La gastronomía típica mallorquina está centrada en productos naturales procedentes del huerto, de carnes sobre todo de cerdo y como no del producto por excelencia de las zonas de mar, el pescado. Se trata por lo tanto de una gastronomía totalmente mediterránea que se puede disfrutar en los hogares de la isla, o en los “Cellers” nombre que reciben los restaurantes tradicionales de Mallorca.
Cada zona de Mallorca dispone de platos autóctonos, pero generalmente los platos más típicos de la cocina mallorquina los podemos dividir en dulces y salados. Por lo que respecta a los dulces, hay muchos, pero los más populares son las ensaimadas, los robiols, las panades, los crespells y los cocarrois.
En cuanto a la cocina salada también encontramos numerosos platos típicos como el arròs brut, el tumbet, el pamboli, la coca de trampó, las sopas mallorquinas, la carne de cerdo asada (las más conocidas la porcella y el me), los caracoles a la mallorquina, el frito mallorquín o freixura, y como no la sobrasada mallorquina.
Una amplia oferta gastronómica que aúna mar y montaña y que te hará recordar la isla no solo por sus playas y sus pueblos, sino por la buena cocina.