A 2’7 km de Calas de Mallorca podemos encontrar una de las maravillosas calas vírgenes de esta zona de Mallorca, Cala Botà, una pequeña cala nudista de piedras y arena gruesa. Sus 17 metros de ancho y 38 de largo permiten a cualquiera de disfrutar de un día tranquilo y sin aglomeraciones. En los alrededores encontramos muros bajos que están plenos de vegetación. Además, dependiendo de la época del año, se puede ver un pequeño estanque de las aguas arrastradas por el torrente.
Al ser una playa virgen, no existen edificaciones en los alrededores ni están establecidos ningún tipo de servicio. Sus preciosas aguas y sus profundidades permiten disfrutar de un ideal día de submarinismo. También se permite la pesca, lo cual convierte esta cala en un lugar perfecto para planificar un día completo.
Para llegar hasta su arena, es necesario ir a pie durante 2 kilómetros pasando por un camino habilitado que comienza en la propiedad privada de la Finca Ca’n Roig. Te recomendamos que prepares unas buenas zapatillas para atravesar esta zona. Al tener una entrada dificultosa y no ser una zona edificada, el grado de ocupación es bajo, lo que permite a los pocos que se aventuran, disfrutar de la tranquilidad que muchos vienen buscando en sus vacaciones.
¡Aventúrate a encontrarla!